Los avances tecnológicos han suscitado cambios profundos en nuestra vida diaria y transformaciones abismales en la manera de comunicarnos e interactuar socialmente. Desde el uso de teléfonos inteligentes pasando por plataformas digitales para transacciones financieras, nuestras actividades diarias están marcadas por la tecnología. En esta evolución, los procesos electorales no han sido la excepción, especialmente en lo que se refiere al voto electrónico, que a partir de las dos últimas décadas del siglo pasado, comenzó a emplearse en diversos países. Grandes democracias como India -con 900 millones de votantes- y Brasil -con 147 millones-, han instrumentado sistemas de votación electrónica, que les ha permitido perfeccionar -a través del uso de urnas electrónicas y órganos electorales independientes-, los procesos electorales en sus vastos territorios, particularmente en los que respecta al conteo de votos.
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