México logró ser el sexto productor mundial de vehículos, cuarto exportador global y el primero en tracto camiones, como resultado de un esfuerzo de décadas que conjuntó al sector público y al privado. La industria automotriz en México ha sido transversal a sus dos modelos económicos; el de la sustitución de importaciones con un mercado interno creciendo y el de la apertura al exterior. El declive del mercado interno mexicano, que no es algo nuevo, es una voz de alerta que marca la asimetría cuando México vende menos vehículos por cada 1000 habitantes que países de similar desarrollo como Chile y Argentina.
Consulta el artículo en PDF aquí.
Comments