La palabra mascota refiere a animales o cosas que, se piensa, dan buena suerte a sus dueños. Se le considera sinónimo de amuleto o talismán. Los orígenes de este término son franceses. La palabra mascotte significa amuleto y tiene su raíces en el vocablo masca, posiblemente de ascendencia celta o germana, que significa bruja y que remite a máscaras, hechizos y embrujos. Hoy el término tiene especial vigencia a propósito de los animales de compañía, cuya posesión, se pensaba, desde tiempos inmemoriales, daba buena suerte a sus dueños, si bien ahora diversas disciplinas como la psicología y la sociología ratifican los efectos benéficos que genera a las personas contar con mascotas.
En este sentido, una mascota olímpica tendría como fin, no sólo generar una identidad respecto al evento, sino ayudar a que éste tenga éxito. Claro que las mascotas olímpicas constituyen artículos muy socorridos para publicitar estas justas deportivas y forman parte de la comercialización de las mismas. Por regla general suelen ser figuras antropomórficas donde destacan animales o diseños con los que se identifica a un país -i. e. el águila calva que fue inmortalizada en Sam la mascota de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984 o bien el oso pardo encarnado por Misha, la adorable y carismática mascota de los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, recordando en este último caso que en la cultura rusa, los osos son retratados como animales sabios y razonables y suelen denominarse Misha o Mishka, diminutivo de Mijaíl.
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