Colaboración publicada originalmente en El Economista.
Respondiendo a la necesidad de recuperar el liderazgo económico-comercial luego de su retiro del entonces llamado TPP, en mayo pasado Estados Unidos anunció, con otros 12 países, la iniciativa para negociar un marco económico Indo-Pacífico para la prosperidad (IPEF en inglés). Desde entonces, los ministros de los países participantes del IPEF han avanzado en precisar sus objetivos de negociación bajo 4 pilares: (i) comercio; (ii) cadenas de suministro; (iii) economía limpia; y (iv) economía justa.
En días pasados, la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR en inglés) publicó sus propios objetivos para el pilar comercial. Éstos son en gran medida iterativos de lo concebido en su momento para el TPP, y más recientemente para el T-MEC. Los compromisos comerciales específicos a negociarse aterrizarán en áreas conocidas como economía digital e innovación, facilitación comercial, agricultura, temas laborales, economía sustentable, competencia, y transparencia, entre otros.
Según se concluye del anuncio del USTR, las negociaciones buscarán crear certidumbre para un comercio regional sin interrupciones, a fortalecer capacidades productivas en áreas estratégicas, a fin de reducir vulnerabilidades en las cadenas de suministro, tomando como punto de partida lo negociado por EUA en años recientes.
No obstante, una diferencia notable con TLCs previos es que en el IPEF las nuevas oportunidades de acceso a mercados no se negociarán a través de concesiones arancelarias mutuas, sino mediante “nuevos y creativos” enfoques en torno al comercio y la cooperación tecnológica. Todavía está por verse qué significa lo anterior, pero el objetivo de contar con un conjunto de reglas para la cadena de suministro regional, actualizadas a la realidad geopolítica imperante, es no obstante estratégico.
Por su parte, destaca que México también persigue acciones de política comercial en diversos frentes, similares a las impulsadas en el IPEF. En el contexto norteamericano, el Diálogo Económico de Alto Nivel con EUA busca mitigar vulnerabilidades y fortalecer las cadenas de suministro en áreas específicas, mediante el aumento de la inversión, el fomento a la innovación, y la armonización regulatoria y técnica, entre otras.
Igualmente, la aprobación de las leyes CHIPS y de Reducción de la Inflación en EUA es vista en México como una oportunidad para posicionar al país como parte de los esfuerzos para relanzar la competitividad norteamericana, donde México sería complementario en la producción de semiconductores, y en la transición hacia la electromovilidad.
Finalmente, el reciente planteamiento de la Secretaría de Economía para encaminar una política industrial, implica tomar como ancla las herramientas de comercio exterior que tiene el país, para impulsar áreas también coincidentes con el IPEF.
Lo anterior apunta a objetivos similares a los del IPEF que, aunque abordados desde una perspectiva más reducida (bilateral, nacional), sólo se explican si se enmarcan en un ámbito global. Por ello, la estrategia comercial mexicana, cuyo eje es EUA, hará más sentido si se considera a socios top ten como Japón, Corea, Malasia, e India, que complementan la cadena de suministro en México; y si se se busca la sinergia con EUA en un entorno regional ampliado.
El siguiente paso para México tendría que pasar por escalar la aproximación estratégica a las cadenas de suministro, para contar con un marco de acción comercial articulado a la dimensión regional adecuada.
El IPEF es una plataforma para ese efecto desde varios ángulos: no sólo implica un espacio donde el principal socio comercial de México diseñará nuevas reglas comerciales para la región Asia-Pacífico, sino que esas reglas seguramente podrían aportar a la cadena de suministro en México, en temas que nuestro país ya ha negociado previamente, y en los que tiene capacidad de contribuir e influir a su favor.
La decisión de inicio será de los actores de comercio exterior del país, tanto públicos como privados.
Es socio senior en Ansley Consultores Internacionales, firma de consultoría en México que se enfoca en el diseño y ejecución de soluciones estratégicas para gobiernos y empresas en torno a políticas públicas, inversión y comercio internacional. Fue previamente Embajador y Representante Permanente de México ante la Organización Mundial del Comercio (2017-2019). Durante su periodo como Representante Permanente ante la Organización, fue seleccionado como Presidente del Grupo de Negociación de Reglas, que incluye las negociaciones multilaterales para disciplinar subsidios dañinos a la pesca.
Cuenta con una trayectoria previa de mas de 23 años en la Secretaría de Economía del gobierno federal, en la que adquirió amplia experiencia en el diseño y ejecución de políticas públicas relacionadas con múltiples negociaciones comerciales internacionales de México con países de América, Europa y Asia-Pacífico, incluyendo como jefe negociador del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, 2012-2016), así como la representación de México en organismos internacionales como APEC (2006-2012), y G20 (2012, 2016).
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