Colaboración publicada originalmente en El Economista
Ante los resultados de la última contienda presidencial en Estados Unidos, una de las grandes interrogantes recae en qué pasará con la relación entre China y este país. Después de la especulación, el gobierno de Beijing decidió felicitar a Biden por los comicios del 3 de noviembre. Dentro de estas primeras declaraciones del presidente Xi, se destacaron frases como “respeto mutuo… relaciones saludables…”. Con esto la opinión pública apuesta por un mayor orden en la relación, lo que lleva a este análisis de condiciones y límites por ambos bandos.
Analizar la relación recae en los vestigios de los primeros momentos en la interacción y las declaraciones de las administraciones demócratas, previo y dentro de la era de Xi Jinping. Profundizar en este aspecto conlleva a revisar un documento clave, que es el artículo America’s Pacific Century de Hillary Clinton en 2011. Dentro de este texto, la entonces Secretaria de Estado dejaba ver la intención norteamericana de contener el inminente avance chino, como una contrapuesta a la idea de la “Era del Pacífico” desde la visión de Deng Xiaoping, el gran reformador chino. Por lo tanto, hablar de una afrenta entre ambos países no es un elemento exclusivo de la alternancia partidista en Estados Unidos, sino de una serie de espacios y zonas de influencia que Washington comenzó a perder ante el agotamiento del paradigma de seguridad y paz desde una visión basada en la Guerra Fría; mientras que China continuaba con un ascenso desde la agenda económica, situación que se reafirmó con la crisis de 2008 a través de sus campeones estatales.
Si bien la relación entre ambos es observada con detenimiento por ambos gobiernos y think tanks, previo a la llegada de Donald Trump el arte de la diplomacia era el eje de la relación, un área en la que ambos gobiernos cuentan con una alta profesionalización. Por lo tanto, el cambio en el gobierno americano fue un catalizador hacia una nueva fase del posicionamiento chino, en donde significarlo meramente en términos comerciales es una limitación, ya que este momento coincide con varios puntos clave a nivel interno en China, como lo es el “sueño chino” y la búsqueda de la consolidación del xiísmo. No obstante, a nivel económico, mecanismos como: la cooperación, la Franja y la Ruta, el AIIB, la internacionalización del yuan y los nuevos campeones tecnológicos chinos, han convergido durante los últimos cinco años en una nueva fase de posicionamiento chino ante el repliegue proteccionista promovido por la administración Trump, ya que mientras a nivel política comercial el TMEC se convirtió en el centro de la dinámica comercial americana, estas estrategias geoeconómicas chinas reventaron en la llamada “guerra comercial”. Si bien ambos países no están exentos de temas pendientes a nivel interno, el gobierno de Xi ha dedicado estos últimos años a consolidar un lobby en cada una de las regiones del mundo y ha capitalizado los foros internacionales para legitimar el discurso de posicionamiento chino.
En el último año el proceso de la “guerra comercial” ha decantado en la tensión diplomática entre ambos gobiernos, situación visible en el conjunto de acciones realizadas por ambos gobiernos dentro de algunos consulados y las acciones de discriminación a estudiantes chinos en Estados Unidos. Esto sin dejar de lado el historial de amenazas a nivel comercial desde 2018 y el caso Huawei. Si bien se espera un cambio con la llegada de Biden, el contexto en el que regresan los demócratas a la oficina oval no es el mismo en el que la dejaron. Por lo que el tema agro con la soya y la implementación del RCEP serán los principales desafíos en el diálogo.
Sinóloga, profesora Investigadora de Tiempo Completo de la Licenciatura en Negocios Internacionales, coordinadora de la Especialidad en Protocolo y Desarrollo de Negocios en Mercados Emergentes en la BUAP. Internacionalista, especialista en Estudios sobre China y doctora en Relaciones. Profesor invitado en cátedras internacionales en la Universidad Rafael Landívar y la Universidad de Tallinn. Delegada mexicana de la sección académica del programa “Puente al Futuro” del Foro China-CELAC. Participante en workshops organizados por el Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista Chino y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Colaboradora de la Revista China Hoy en Español y Xinhua Noticias. Miembro investigador del programa “China y América Latina” del Diálogo Interamericano en Washington DC. TedX speaker en la edición TedXBuap Women en 2018.
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