El 5 de abril de 2020 Yi Gang, gobernador del Banco Popular de China, anunció que el país asiático estaría listo para lanzar la primera moneda digital de su historia. La trascendencia del anuncio no solo se relaciona con la economía y las finanzas globales, donde sin duda habría importantes consecuencias por la intención de dejar de usar el dólar, sino que también hay impactos en la política mundial. La emisión de una divisa digital nacional en un ámbito tradicionalmente descentralizado –como las finanzas internacionales y las criptomonedas–, por parte de un país con fuertes tendencias autoritarias, podría significar el retorno del Estado al timón del diseño de las agendas globales en materia monetaria.
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